RELATO TRAVESTI: Londres - Mi mejor experiencia en Londres con ladyboys.
Autor: Kurrupipi
Bueno, en este, mi primer relato, voy a narraros mi mejor experiencia. Por mi os contaba la peor, bastante más reciente. Y con una chica del catálogo Taiaka, pero bueno. La dejaré para más adelante, aunque ardo en deseos de delatar a esa desvergonzada.
Al grano, trataré de calentarme en una dirección positiva.
Todo se remonta a unos cuatro o cinco años atrás, en la que para mí es la ciudad entre las ciudades: Londres.
Por aquel entonces yo vivía allí y cayó en mis manos una guía del ocio, "Time Out", la fui ojeando y rápidamente me fui a buscar alguna noche o fiesta con ambiente trans. Para mi desilusión. Poca cosa, pero retuve el nombre de un garito y lo busque en google.
Era, y supongo que seguirá siendo un lugar de encuentro para hombres de todo tipo en torno a un fuerte núcleo trans.
Ni corto ni perezoso, al sábado siguiente estaba cruzando sus puertas y bajando esas escaleras sin saber que me iba a encontrar.
Me encantó, allí había de todo, desde preciosas ladyboys que contrastaban en altura con los bellezones brasileños pasando por "señores" de más de 50 años con pelucón, pantys y minifalda.
Me voy a la barra, pido un ron-cola y enseguida me voy a la pista a bailar, no me gusta nada adoptar esa actitud de mirón de barra.
El sitio es pequeño y en dos minutos le doy la vuelta al garito. ¡Madre mía ! estaba encantado, hasta ese día todo el contacto que había tenido con trans había sido con carácter profesional, fugaz y pagando.
Bueno, un baile aquí otro allí, miraditas por aquí y por allá. La música comercial y mala! Tipo disco de un hotel, pero. Anda que me importaba la música en aquel momento!!
De pronto, me dan un pellizco en el culo! Me giro y ahí estaba. Un tipo de unos 60 años, maquilladísimo y con pelucón de Dartacan que ni el cardenal Richelieu! Una sonrisa, un bailecito y BASTA. Muy simpática la "abuelilla", pero sigo fijo en mi objetivo: el grupo de ladyboys que hay al borde de la pista.
Me pongo las pilas y hago la clásica "pasada sonda" junto al clan oriental para comprobar que están como me temía. Tremendas! Orientales así sólo las había visto en fotos. Eran cinco o seis y solo una era normalita, las demás. Im-prezionantes!
Bueno, vuelvo del baño y al pasar junto a ellas, una sonríe más de la cuenta, "he triunfao!" me digo mientras voy notando una erección incontrolable.
Vuelvo al sector "pequeña Tailandia" y empiezo a bailar con una de ellas, la de las sonrisitas. No se corta ni un pelo, besitos, distancias cortas, cortísimas. y me coge el paquete, que ya era un zepelín a punto de explotar, para magrearme de forma descarada. En una de estas me coge fuerte de la mano y me lleva al baño de los tíos, como si se hubiese caído en la marmita de Axe de pequeña.
La verdad es que sentí hasta miedo. En mi visita anterior al baño había comprobado que había un negro ( como en todos los baños de discoteca de Londres ) que limpia y vigila además de ofrecer colonia, caramelos y demás a cambio de unas monedas. Lo peor es que había carteles muy claros de "No más de una persona por retrete".
Bueno, a mi pequeña parece no importarle y me empuja dentro de uno de los dos retretes y sin mediar palabra, se sienta en la taza y empieza a chupármela como si llevase años sin comer.
PARANOYA: me digo "Joder, sin condón, que coño estoy haciendo. " Pero estaba la cosa como para abrir la puerta y pedirle al Jefry un condón.
Estaba flipando, que artistaza! se levanta, se la saca y me dice "its your turn" ( Te toca ) Vaya. Parece que no quiere dejar nada para luego. Me empiezo a rayar mucho: el negro fuera y consiguiente temor a que me echen de semejante paraíso, sin condón y la colega poniéndose un poco más violenta. Bastante agresiva. A ver, yo no había creado la situación.
La escena no me gusta, no me gusta nada. Me levanto los pantalones, enfundo, y le digo que salgamos, que tomemos una copa y nos vayamos a algún hostel, a su casa o donde sea, pero que allí no. Se irrita y me dice que no hay "después" ahora o nada.
Vaya, pues está claro. Nada.
Salgo y le dejo una propina al cuidabaños por su exquisito a la vez que permisivo comportamiento.
De vuelta a la pista estoy mega confuso, no puedo seguir ni el ritmo de la música. Desde su rincón, el clan de las vietnamitas me mira de forma amenazante. Tengo más miedo que Chuck Norris en el barrio chino. Y me planteo si acabo de perder una oportunidad de las que no se repiten.
Con tanto trajín debo ir al baño, esta vez a evacuar, llego y el Mark me mira y se ríe, vaya que simpático! encima mamoneo. "Esta vez te va dejar propina Rita" Evacuo y cuando estoy saliendo me pregunta: "where are you from?", "¿de dónde eres?", "español" le digo. "Ok, cuidado con esas chicas" me dice. Al final estuve como 5 minutos hablando con él, Mark se llamaba, un crack de tío! Joder, siempre le recordaré.
Con el Vietcon mirándome no me encuentro nada bien, la hora de cierre se acerca y yo descompuesto y sin plan.
Las luces de la disco se encienden, "esto se ha acabado".
Nota: Ojo si salís por ahí, hay que ser rápido, las discos cierran a las 3 o así y dejan de servir alcohol un buen rato antes del cierre.
"Otra vez será", me voy a despedirme de mi nuevo amigo Mark y a echar el último chorrito, entro al baño y.
ALLI ESTABA LA REINA DE LA NOCHE!!
Una de las mujeres más guapas que había visto a lo largo de la noche, metro ochenta, pelo largo, cuerpo de infarto, estilazo. Bueno, no hay adjetivos.
Me había fijado en ella en cuanto entró al garito, pero rápidamente me dije: "no flipes chaval, no piques tan alto que no te vas a comer un truño!"
Allí estábamos, los tres, ella se estaba lavando las manos, el Mark recogiendo su puestecillo-droguería y yo en plan "pasaba por aquí. "
Note como me miraba, me tiemblan las piernas. Me despido de Mark y antes de salir del baño, la oigo: " eres español?" , "si" contesto girándome y apreciando su impresionante figura.
Aun me pregunto qué coño hacía ella ahí, ¿por qué no usaba el de las tías, como todas? la respuesta da igual. Gracias Señor!!
"Vamos acércate, no me como a nadie" dijo en un inglés pausado y con voz agradable. " Yo si que te iba a comer. " pesé. Ni me lo creía, tieso en todos los sentidos, petrificado y empalmado, sin saber qué hacer.
Como caída del cielo, una mirada sonriente de mi consejero Mark. Asiente, me guiña y leo en su gesto un claro "Ya estás tardando, esta chica sí"
Gracias Mark!
Me voy hacia ella y me hace un par de preguntas, a la tercera casi me caigo de culo: "que haces ahora?", "lo que tú quieras", no dudé, me salió del alma, el subconsciente habló por mí. Ella se río.
Salimos del baño y allí no queda ni Perry, luces, camarera barriendo y uno de los peores dj´s que he escuchado tonteando con dos morenas de infarto. No acabo de creerme lo que está pasando, ya estaba allí en plan VIP, eso sí, todos me miraban en plan "y tú quién eres?!
Sin tiempo a reaccionar me dice que la espere, que va a por su abrigo, menos mal, porque el modelo estilo "Xena la guerrera" que llevaba no iba bien con los 5 grados que debía hacer fuera. En un minuto que se hizo eterno, vuelve sonriente y me pregunta "¿vienes a mi casa?". Casi me meo encima de la impresión. "YES!!!".
En el taxi me explica que le había encantado que no le metiera mano y la respetase en el baño. Me preguntó por la ladyboy: "¿Quién era esa chica con la que te besabas?" Le conté, "vaya guarras", contestó.
Jejejejee, un soplo de seguridad en mí mismo, se había estado fijando en mí!! Me siento más tranquilo, como con una colega.
Sin dejarme pagar el taxi, subimos a su apartamento, un flat de lujo en Covent Garden, de lo mejor de Londres. Es simpatiquísima y conectamos totalmente, risas, anécdotas. Una ducha hidromasaje, vino blanco frio. Un puto sueño!! Mucho hablar.
Noté que le faltaba alguien en su vida, no paró de contarme cosas, donde había estado, trabajado, de todo. Mil cosas. Tenía ascendencia italiana y había vivido en Madrid, el idioma, en cualquier caso, no es barrera cuando hay ese feeling!
Todo esto en una cama enorme de sábanas blancas, espejos. lo repito, un sueño!
Nos chupamos todo lo chupable. Mucha dulzura, "tranquilo, no hay prisa", "tranquilo, esto no es una competición", me susurraba mientras me adentraba en lo más profundo de su cuerpo. Pausas, tragos de vino, y más caricias. Recorrí su cuerpo entero en todas las direcciones posibles, con mis manos, mi lengua, con todo. Las horas pasaban, otra ducha, ni en mis mejores sueños había vivido algo así.
Su piel blanca increíblemente suave y tersa. Su forma de susurrar. Todo en ella me parecía sencillamente genial!
La penetré en diversas posturas, ella me indicaba y proponía, yo sencillamente, asentía! Se corrió tres veces, yo otras tantas o más.
Todo perfecto, quizá repitió demasiadas veces que debía sentirme muy afortunado por estar ahí, con ella, en esa situación. Realmente lo fui.
Me arrepiento de una cosa, por aquel entonces yo no era pasivo y no dejé que me penetrase, lo respetó.
De pocas cosas me habré arrepentido tanto, sobre todo porque recientemente supe que nunca podrá penetrarme. Una visita a Tailandia y ya es una mujer de la cabeza a los pies.
FUE MARAVILLOSO!!
Perdí la noción del tiempo, me había quitado hasta el reloj, no quise que nada estuviera entre nuestros cuerpos desnudos, que se frotaban una y otra vez.
Hacía rato que había amanecido y empezábamos a dormirnos, sin dejar de acariciarnos, como los amantes que llevan tiempo sin verse.
Al rato, y sin saber porque, empecé a sentir que era el momento de irse de allí. Me dijo que me quedase pero decidí irme, el porqué, aun no lo sé. Demasiadas emociones para una sola noche creo.
Su nombre es Cindy Sins, la única trans con la que he disfrutado como uno lo hace con una amiga. Ternura, caricias y muchas buenas maneras recíprocas.
Desgraciadamente ella salió de viaje a los pocos días. Yo volví a España y en una visita posterior a Londres no pudimos vernos, estaba liada con unos desfiles de moda en los que colaboraba, o eso me dijo. Da igual, fue genial y difícilmente podría haber sido mejor que esa primera y única vez.
Repetía que debía estarle muy agradecido, y así lo estoy: MUCHAS GRACIAS CINDY!
Bueno, en este, mi primer relato, voy a narraros mi mejor experiencia. Por mi os contaba la peor, bastante más reciente. Y con una chica del catálogo Taiaka, pero bueno. La dejaré para más adelante, aunque ardo en deseos de delatar a esa desvergonzada.
Al grano, trataré de calentarme en una dirección positiva.
Todo se remonta a unos cuatro o cinco años atrás, en la que para mí es la ciudad entre las ciudades: Londres.
Por aquel entonces yo vivía allí y cayó en mis manos una guía del ocio, "Time Out", la fui ojeando y rápidamente me fui a buscar alguna noche o fiesta con ambiente trans. Para mi desilusión. Poca cosa, pero retuve el nombre de un garito y lo busque en google.
Era, y supongo que seguirá siendo un lugar de encuentro para hombres de todo tipo en torno a un fuerte núcleo trans.
Ni corto ni perezoso, al sábado siguiente estaba cruzando sus puertas y bajando esas escaleras sin saber que me iba a encontrar.
Me encantó, allí había de todo, desde preciosas ladyboys que contrastaban en altura con los bellezones brasileños pasando por "señores" de más de 50 años con pelucón, pantys y minifalda.
Me voy a la barra, pido un ron-cola y enseguida me voy a la pista a bailar, no me gusta nada adoptar esa actitud de mirón de barra.
El sitio es pequeño y en dos minutos le doy la vuelta al garito. ¡Madre mía ! estaba encantado, hasta ese día todo el contacto que había tenido con trans había sido con carácter profesional, fugaz y pagando.
Bueno, un baile aquí otro allí, miraditas por aquí y por allá. La música comercial y mala! Tipo disco de un hotel, pero. Anda que me importaba la música en aquel momento!!
De pronto, me dan un pellizco en el culo! Me giro y ahí estaba. Un tipo de unos 60 años, maquilladísimo y con pelucón de Dartacan que ni el cardenal Richelieu! Una sonrisa, un bailecito y BASTA. Muy simpática la "abuelilla", pero sigo fijo en mi objetivo: el grupo de ladyboys que hay al borde de la pista.
Me pongo las pilas y hago la clásica "pasada sonda" junto al clan oriental para comprobar que están como me temía. Tremendas! Orientales así sólo las había visto en fotos. Eran cinco o seis y solo una era normalita, las demás. Im-prezionantes!
Bueno, vuelvo del baño y al pasar junto a ellas, una sonríe más de la cuenta, "he triunfao!" me digo mientras voy notando una erección incontrolable.
Vuelvo al sector "pequeña Tailandia" y empiezo a bailar con una de ellas, la de las sonrisitas. No se corta ni un pelo, besitos, distancias cortas, cortísimas. y me coge el paquete, que ya era un zepelín a punto de explotar, para magrearme de forma descarada. En una de estas me coge fuerte de la mano y me lleva al baño de los tíos, como si se hubiese caído en la marmita de Axe de pequeña.
La verdad es que sentí hasta miedo. En mi visita anterior al baño había comprobado que había un negro ( como en todos los baños de discoteca de Londres ) que limpia y vigila además de ofrecer colonia, caramelos y demás a cambio de unas monedas. Lo peor es que había carteles muy claros de "No más de una persona por retrete".
Bueno, a mi pequeña parece no importarle y me empuja dentro de uno de los dos retretes y sin mediar palabra, se sienta en la taza y empieza a chupármela como si llevase años sin comer.
PARANOYA: me digo "Joder, sin condón, que coño estoy haciendo. " Pero estaba la cosa como para abrir la puerta y pedirle al Jefry un condón.
Estaba flipando, que artistaza! se levanta, se la saca y me dice "its your turn" ( Te toca ) Vaya. Parece que no quiere dejar nada para luego. Me empiezo a rayar mucho: el negro fuera y consiguiente temor a que me echen de semejante paraíso, sin condón y la colega poniéndose un poco más violenta. Bastante agresiva. A ver, yo no había creado la situación.
La escena no me gusta, no me gusta nada. Me levanto los pantalones, enfundo, y le digo que salgamos, que tomemos una copa y nos vayamos a algún hostel, a su casa o donde sea, pero que allí no. Se irrita y me dice que no hay "después" ahora o nada.
Vaya, pues está claro. Nada.
Salgo y le dejo una propina al cuidabaños por su exquisito a la vez que permisivo comportamiento.
De vuelta a la pista estoy mega confuso, no puedo seguir ni el ritmo de la música. Desde su rincón, el clan de las vietnamitas me mira de forma amenazante. Tengo más miedo que Chuck Norris en el barrio chino. Y me planteo si acabo de perder una oportunidad de las que no se repiten.
Con tanto trajín debo ir al baño, esta vez a evacuar, llego y el Mark me mira y se ríe, vaya que simpático! encima mamoneo. "Esta vez te va dejar propina Rita" Evacuo y cuando estoy saliendo me pregunta: "where are you from?", "¿de dónde eres?", "español" le digo. "Ok, cuidado con esas chicas" me dice. Al final estuve como 5 minutos hablando con él, Mark se llamaba, un crack de tío! Joder, siempre le recordaré.
Con el Vietcon mirándome no me encuentro nada bien, la hora de cierre se acerca y yo descompuesto y sin plan.
Las luces de la disco se encienden, "esto se ha acabado".
Nota: Ojo si salís por ahí, hay que ser rápido, las discos cierran a las 3 o así y dejan de servir alcohol un buen rato antes del cierre.
"Otra vez será", me voy a despedirme de mi nuevo amigo Mark y a echar el último chorrito, entro al baño y.
ALLI ESTABA LA REINA DE LA NOCHE!!
Una de las mujeres más guapas que había visto a lo largo de la noche, metro ochenta, pelo largo, cuerpo de infarto, estilazo. Bueno, no hay adjetivos.
Me había fijado en ella en cuanto entró al garito, pero rápidamente me dije: "no flipes chaval, no piques tan alto que no te vas a comer un truño!"
Allí estábamos, los tres, ella se estaba lavando las manos, el Mark recogiendo su puestecillo-droguería y yo en plan "pasaba por aquí. "
Note como me miraba, me tiemblan las piernas. Me despido de Mark y antes de salir del baño, la oigo: " eres español?" , "si" contesto girándome y apreciando su impresionante figura.
Aun me pregunto qué coño hacía ella ahí, ¿por qué no usaba el de las tías, como todas? la respuesta da igual. Gracias Señor!!
"Vamos acércate, no me como a nadie" dijo en un inglés pausado y con voz agradable. " Yo si que te iba a comer. " pesé. Ni me lo creía, tieso en todos los sentidos, petrificado y empalmado, sin saber qué hacer.
Como caída del cielo, una mirada sonriente de mi consejero Mark. Asiente, me guiña y leo en su gesto un claro "Ya estás tardando, esta chica sí"
Gracias Mark!
Me voy hacia ella y me hace un par de preguntas, a la tercera casi me caigo de culo: "que haces ahora?", "lo que tú quieras", no dudé, me salió del alma, el subconsciente habló por mí. Ella se río.
Salimos del baño y allí no queda ni Perry, luces, camarera barriendo y uno de los peores dj´s que he escuchado tonteando con dos morenas de infarto. No acabo de creerme lo que está pasando, ya estaba allí en plan VIP, eso sí, todos me miraban en plan "y tú quién eres?!
Sin tiempo a reaccionar me dice que la espere, que va a por su abrigo, menos mal, porque el modelo estilo "Xena la guerrera" que llevaba no iba bien con los 5 grados que debía hacer fuera. En un minuto que se hizo eterno, vuelve sonriente y me pregunta "¿vienes a mi casa?". Casi me meo encima de la impresión. "YES!!!".
En el taxi me explica que le había encantado que no le metiera mano y la respetase en el baño. Me preguntó por la ladyboy: "¿Quién era esa chica con la que te besabas?" Le conté, "vaya guarras", contestó.
Jejejejee, un soplo de seguridad en mí mismo, se había estado fijando en mí!! Me siento más tranquilo, como con una colega.
Sin dejarme pagar el taxi, subimos a su apartamento, un flat de lujo en Covent Garden, de lo mejor de Londres. Es simpatiquísima y conectamos totalmente, risas, anécdotas. Una ducha hidromasaje, vino blanco frio. Un puto sueño!! Mucho hablar.
Noté que le faltaba alguien en su vida, no paró de contarme cosas, donde había estado, trabajado, de todo. Mil cosas. Tenía ascendencia italiana y había vivido en Madrid, el idioma, en cualquier caso, no es barrera cuando hay ese feeling!
Todo esto en una cama enorme de sábanas blancas, espejos. lo repito, un sueño!
Nos chupamos todo lo chupable. Mucha dulzura, "tranquilo, no hay prisa", "tranquilo, esto no es una competición", me susurraba mientras me adentraba en lo más profundo de su cuerpo. Pausas, tragos de vino, y más caricias. Recorrí su cuerpo entero en todas las direcciones posibles, con mis manos, mi lengua, con todo. Las horas pasaban, otra ducha, ni en mis mejores sueños había vivido algo así.
Su piel blanca increíblemente suave y tersa. Su forma de susurrar. Todo en ella me parecía sencillamente genial!
La penetré en diversas posturas, ella me indicaba y proponía, yo sencillamente, asentía! Se corrió tres veces, yo otras tantas o más.
Todo perfecto, quizá repitió demasiadas veces que debía sentirme muy afortunado por estar ahí, con ella, en esa situación. Realmente lo fui.
Me arrepiento de una cosa, por aquel entonces yo no era pasivo y no dejé que me penetrase, lo respetó.
De pocas cosas me habré arrepentido tanto, sobre todo porque recientemente supe que nunca podrá penetrarme. Una visita a Tailandia y ya es una mujer de la cabeza a los pies.
FUE MARAVILLOSO!!
Perdí la noción del tiempo, me había quitado hasta el reloj, no quise que nada estuviera entre nuestros cuerpos desnudos, que se frotaban una y otra vez.
Hacía rato que había amanecido y empezábamos a dormirnos, sin dejar de acariciarnos, como los amantes que llevan tiempo sin verse.
Al rato, y sin saber porque, empecé a sentir que era el momento de irse de allí. Me dijo que me quedase pero decidí irme, el porqué, aun no lo sé. Demasiadas emociones para una sola noche creo.
Su nombre es Cindy Sins, la única trans con la que he disfrutado como uno lo hace con una amiga. Ternura, caricias y muchas buenas maneras recíprocas.
Desgraciadamente ella salió de viaje a los pocos días. Yo volví a España y en una visita posterior a Londres no pudimos vernos, estaba liada con unos desfiles de moda en los que colaboraba, o eso me dijo. Da igual, fue genial y difícilmente podría haber sido mejor que esa primera y única vez.
Repetía que debía estarle muy agradecido, y así lo estoy: MUCHAS GRACIAS CINDY!
Added on November 14, 2017 at 12:00 am