RELATO TRAVESTI: Dita en Madrid (Abril 2015)
Autor: elalcalde
Hola, soy elalcalde y soy un adicto sexual. Empecé siendo un adicto al sexo en general, pero últimamente me he convertido en un adicto a que me follen el culo.
Como no tengo un cuerpo maravilloso, ni un culo duro ni nada especial, tengo que recurrir al sexo pagado. Y, para que me follen el culo, recurro a las profesionales que más me gustan: las travestis. Una de ellas es Dita, así que, teniendo en cuenta de qué va esto, os cuento mi última cita con ella.
Es una tarde primaveral de abril en Madrid y empieza a hacer algo de calor. He estado hablando con ella por Facebook y me ha prometido algo especial, así que estoy un poco nervioso. Por fin me da un toque para que suba.
Llamo al timbre y oigo sus tacones. Me abre envuelta en un traje de cuero que se ajusta a su cuerpo.
Nada más cerrar, me come la boca. Mis manos acuden a su culo y lo amasan siguiendo la línea del pantalón.
- Mira cómo me has puesto.
Lleva mi mano a la parte delantera del pantalón, donde su polla se siluetea a través del cuero.
La abarcó con mi mano acariciándola mientras se me escapa un hhhhmmmmm de gusto.
- Ponte de rodillas.
Cuando me tiene de rodillas, se baja el pantalón liberando su polla y me exige una mamada que no tardo en ejecutar. Se apoya contra la puerta, disfrutando. Debo ser todo un espectáculo con mi traje y mi corbata y mamando su polla de esta manera.
Nota que no estoy a gusto de rodillas y me ayuda a levantarme. Otra tanda de besos y me indica el sofá.
- Ponte cómodo cariño.
Me voy desnudando a la vez que ella mientras me pregunta por mi pareja. Dita ha sido prácticamente mi confidente en mi relación con el hombre que me folla casi todas las noches desde hace casi un año.
- ¿Te folla todos los días? ¿La tiene grande? ¿Cómo es?
Está totalmente desnuda y me mira lujuriosa mientras se la menea.
- ¿Quieres ducharte?
Asiento. Sonríe.
- Luego te maquillo y te dejo un vestido.
Sonríe otra vez cuando ve que me empalmo. Pero la digo que no.
- ¿Por qué con él sí y conmigo no?
- Me da vergüenza.
- Je, je...
Me ducho.
Me espera en la cama y me abraza mientras hablamos un rato. Pero no tarda en buscarme. Soy fácil de encontrar...
Me tiene ganas y me folla duro colocándome boca abajo.
- Se nota que te follan, estás muy abierto.
Me pone a cuatro patas y vuelve a la carga sin miramientos.
- ¿Te hace él esto, eh?
Me hace gritar de placer mientras su voz se hace más grave, más fuerte a medida que se acerca a la explosión.
Me mueve a su antojo. Me besa, me muerde, me folla.
Me deja tiritando. Cambia de postura y me vuelve a hacer temblar mientras me encula cada vez más fuerte hasta que llegamos a un orgasmo que casi me duele de tan vacío que me deja.
Me limpia bien y se tumba a mi lado.
- ¿Te folla así?
- No.
- Me he dejado llevar y a lo mejor te he follado demasiado duro.
- Ha sido genial.
- Tenía ganas de dominarte...
Me levanto para ducharme. Me acaricia el culo que acaba de machacar.
- La próxima vez te maquillo...
Sonrío. Tal vez.
Unas semanas después me dice por Facebook: ahora sí lo podemos decir, te he follado con la marca Dita.
Added on January 03, 2017 at 12:00 am