RELATO TRAVESTI: Zilow, la amenazadora travesti con su miembrazo Zulú.
Autor: cachondon77
Tras un largo tiempo de abstinencia trans, y ya que me hallaba en la ciudad donde se encontraba Zilow, esta escultural diosa de ébano, me decido.
Madrugo un montón para poder zafarme de mi obligaciones y la llamo, es muy cariñosa y transmite buen rollo por teléfono, lo que me calma mucho, ya que con ese aspecto amenazador que tiene..., pero nada que ver con la realidad. Quedamos inmediatamente y me decido a ir a su madriguera.
La veo en el portal, de lejos, y empiezo a notar los nervios, nervios debidos al largo tiempo sin sexo trans, debido a 2 ó 3 semanas de abstinencia, es decir, iba con la escopeta cargada (cuando a este tipo de citas hay que ir con la escopeta descargada, por si se te dispara demasiado pronto), y porque habiendo visto las fotos, temía por mi integridad (anal). Se me seca la boca inmediatamente, y sigo algo nervioso; me recibe, descalza (menos mal, porque es muy alta) y con un corpiño y un tanga (yo ya estaba como una moto) y me acompaña a la habitación, que es correcta, limpia y con una cama grande. Acordamos una hora, pago lo acordado y le explico que yo estoy con la líbido muy muy alta, y que ella me impone mucho y además tenía muchas ganas de conocerla desde hacía 2 años, (me encantan los grandes calibres), a lo que ella me dice, vaya, y yo sin maquillar, ya me perdonarás...
Pactamos una hora, como decía, que yo pudiera disparar dos veces, pero que yo quería que ella disparara una, ya que me hacía mucha ilusión ver aquella fuente negra exuberante en plena acción.
Bueno, vamos al lío y ella, se desnuda parcialmente, se queda con su corpiño negro y me desnudo yo; no soy alto, pero a su lado, parezco aún menos alto de lo que soy, es muy corpulenta y estaba ansioso por ver esa maroma que tiene entre las piernas; se empieza a tocar para levantar ese tonelaje, me hace ponerme en la cama y ella de rodillas, me la ofrece y yo no le hago ascos, empiezo el trabajo... ¡es descomunal! sigue creciendo y en un momento dado, me pide que me eche y se sienta encima mío ofreciéndome su miembrazo zulú, a lo que accedo encantado; sigue creciendo y empiezo a preguntarme dónde me había metido y sobretodo qué pasará cuando llegue el momento de que me empale.
En un momento dado, aquello se empieza a animar y me folla literalmente la boca y creo que me llega hasta el esófago. Yo le pedí que ni me tocara. Aun y eso solté un poco de mi néctar sobre mi ombligo, pero no fue a más la cosa, fue como una válvula de escape, un poco de aire para poder aguantar a esta hebra tan viril.
Por fín, me lo pide, me dice... ¿quieres que te penetre, amor? y yo le digo, que tenga mucha paciencia, y mucho cuidado, mi culito era casi virgen y hacía largo tiempo que no recibía invitadas, a lo que ella me dice que no me preocupe y que me relaje. Mientras ella saca un condón, yo veo aquello, enorme, pero ella es un encanto y trata de hacerlo con todo su cuidado y cariño. Se pone el condón, no sin dificultad, me comentaba que le apretaba mucho y que le dolía, no había comprado el condón adecuado, ya que ella gasta una talla XXL, y el condón es como el que usamos los demás mortales, lo que no deja de inquietarme, pero bueno, se lo enfunda, me unta de lubricante y procede a la invasión de mi cuerpo. Va poco a poco, tiene mucha paciencia,... está medio morcillona, aunque con la textura adecuada para pasar por mi orto, y lo consigue parcialmente, y llega un momento en el que me dice... ya está toda dentro mi amor, ahora disfruta...
Vaya si disfruté, empezó poco a poco, pero fue subiendo el ritmo y con mis rodillas en sus corpulentos hombros color chocolate, me tiene a su merced y aprieta aún más, sigue como si fuera una sonda petrolífera, y le da más fuerte, y llegado a un momento de placer máximo, se pone de rodillas a darme fuerte y entonces me agarra de mi mango y como si fuera un rodeo, empieza a follarme fuerte hasta que empiezo un orgasmo que no acababa nunca, y ella me masturbaba con pasión, por dios, qué más se puede pedir.
Acabado el primer asalto, y obviando que se había tenido que cambiar el condón 2 ó 3 veces, ya que le apretaba, y estaba incómoda, paso a limpiarme, a lo que me ayuda ella, muy cariñosamente, y me tumbo boca abajo y me da un masaje. Hablamos un poco, me dice que es de Cabo Verde, y que lleva 2 años y medio en esto. Es muy maja, y me comenta, que desde su experiencia narrada por otro forero, de que hizo un trío con su mujer, ella no ha parado de hacer tríos con matrimonios y parejas...
Y me encantaría contaros mucho más de cómo podría haber acabado aquel encuentro tan fastuoso, pero a mí se me cayó la líbido y pensé en que tenía que seguir ruta y aún me lamento de no haber utilizado mi segunda oportunidad, pero sobre todo me arrepiento de no haber visto su leche escupida por ese escultural aparato que calza la niña. Me terminé de limpiar y nos despedimos.
Gracias Zilow, por ese inicio de día tan energizante y relajante.
Bueno, espero que os haya gustado la experiencia.
¡Hasta la próxima!
Tras un largo tiempo de abstinencia trans, y ya que me hallaba en la ciudad donde se encontraba Zilow, esta escultural diosa de ébano, me decido.
Madrugo un montón para poder zafarme de mi obligaciones y la llamo, es muy cariñosa y transmite buen rollo por teléfono, lo que me calma mucho, ya que con ese aspecto amenazador que tiene..., pero nada que ver con la realidad. Quedamos inmediatamente y me decido a ir a su madriguera.
La veo en el portal, de lejos, y empiezo a notar los nervios, nervios debidos al largo tiempo sin sexo trans, debido a 2 ó 3 semanas de abstinencia, es decir, iba con la escopeta cargada (cuando a este tipo de citas hay que ir con la escopeta descargada, por si se te dispara demasiado pronto), y porque habiendo visto las fotos, temía por mi integridad (anal). Se me seca la boca inmediatamente, y sigo algo nervioso; me recibe, descalza (menos mal, porque es muy alta) y con un corpiño y un tanga (yo ya estaba como una moto) y me acompaña a la habitación, que es correcta, limpia y con una cama grande. Acordamos una hora, pago lo acordado y le explico que yo estoy con la líbido muy muy alta, y que ella me impone mucho y además tenía muchas ganas de conocerla desde hacía 2 años, (me encantan los grandes calibres), a lo que ella me dice, vaya, y yo sin maquillar, ya me perdonarás...
Pactamos una hora, como decía, que yo pudiera disparar dos veces, pero que yo quería que ella disparara una, ya que me hacía mucha ilusión ver aquella fuente negra exuberante en plena acción.
Bueno, vamos al lío y ella, se desnuda parcialmente, se queda con su corpiño negro y me desnudo yo; no soy alto, pero a su lado, parezco aún menos alto de lo que soy, es muy corpulenta y estaba ansioso por ver esa maroma que tiene entre las piernas; se empieza a tocar para levantar ese tonelaje, me hace ponerme en la cama y ella de rodillas, me la ofrece y yo no le hago ascos, empiezo el trabajo... ¡es descomunal! sigue creciendo y en un momento dado, me pide que me eche y se sienta encima mío ofreciéndome su miembrazo zulú, a lo que accedo encantado; sigue creciendo y empiezo a preguntarme dónde me había metido y sobretodo qué pasará cuando llegue el momento de que me empale.
En un momento dado, aquello se empieza a animar y me folla literalmente la boca y creo que me llega hasta el esófago. Yo le pedí que ni me tocara. Aun y eso solté un poco de mi néctar sobre mi ombligo, pero no fue a más la cosa, fue como una válvula de escape, un poco de aire para poder aguantar a esta hebra tan viril.
Por fín, me lo pide, me dice... ¿quieres que te penetre, amor? y yo le digo, que tenga mucha paciencia, y mucho cuidado, mi culito era casi virgen y hacía largo tiempo que no recibía invitadas, a lo que ella me dice que no me preocupe y que me relaje. Mientras ella saca un condón, yo veo aquello, enorme, pero ella es un encanto y trata de hacerlo con todo su cuidado y cariño. Se pone el condón, no sin dificultad, me comentaba que le apretaba mucho y que le dolía, no había comprado el condón adecuado, ya que ella gasta una talla XXL, y el condón es como el que usamos los demás mortales, lo que no deja de inquietarme, pero bueno, se lo enfunda, me unta de lubricante y procede a la invasión de mi cuerpo. Va poco a poco, tiene mucha paciencia,... está medio morcillona, aunque con la textura adecuada para pasar por mi orto, y lo consigue parcialmente, y llega un momento en el que me dice... ya está toda dentro mi amor, ahora disfruta...
Vaya si disfruté, empezó poco a poco, pero fue subiendo el ritmo y con mis rodillas en sus corpulentos hombros color chocolate, me tiene a su merced y aprieta aún más, sigue como si fuera una sonda petrolífera, y le da más fuerte, y llegado a un momento de placer máximo, se pone de rodillas a darme fuerte y entonces me agarra de mi mango y como si fuera un rodeo, empieza a follarme fuerte hasta que empiezo un orgasmo que no acababa nunca, y ella me masturbaba con pasión, por dios, qué más se puede pedir.
Acabado el primer asalto, y obviando que se había tenido que cambiar el condón 2 ó 3 veces, ya que le apretaba, y estaba incómoda, paso a limpiarme, a lo que me ayuda ella, muy cariñosamente, y me tumbo boca abajo y me da un masaje. Hablamos un poco, me dice que es de Cabo Verde, y que lleva 2 años y medio en esto. Es muy maja, y me comenta, que desde su experiencia narrada por otro forero, de que hizo un trío con su mujer, ella no ha parado de hacer tríos con matrimonios y parejas...
Y me encantaría contaros mucho más de cómo podría haber acabado aquel encuentro tan fastuoso, pero a mí se me cayó la líbido y pensé en que tenía que seguir ruta y aún me lamento de no haber utilizado mi segunda oportunidad, pero sobre todo me arrepiento de no haber visto su leche escupida por ese escultural aparato que calza la niña. Me terminé de limpiar y nos despedimos.
Gracias Zilow, por ese inicio de día tan energizante y relajante.
Bueno, espero que os haya gustado la experiencia.
¡Hasta la próxima!
Added on February 07, 2017 at 12:00 am