RELATO TRAVESTI: Fernanda Novas en Murcia
Autor: ajur
Hola a todos. Muy de tarde en tarde suelo ir a visitar a estas chicas. No tengo demasiada experiencia y cada vez es como si fuera la primera vez. Aprovechando unos días por trabajo en Murcia, decido conocer el piso super T porque estaba una determinada chica. Cuando llego al piso me recibe un chico y me dice que la chica en cuestión iba a tardar más de una hora, pero que está Fernanda Novas. No tenía referencias pero ya estaba allí. Digo ok.
Me hace pasar a una amplísima habitación a media luz y me dice que enseguida viene. Igual por los nervios se me hizo eterno. Se abre la puerta y aparece un monumento de rubia, más alta que yo, con botas negras hasta las rodillas, corsé que realzaba sus pechos y tanga también negro. Desfila por la habitación, recoge no sé qué de un tocador, me dice que me desnude, que le pague y sale otra vez de la habitación. Yo obedezco y me quedo impresionado esperando. La verdad es que me gustó mucho. Otra vez se me hizo eterno, pero me recree con su cuerpazo paseando por la habitación. La espero en ropa interior y aparece como una diosa de nuevo, esta vez directa a mi, con una decisión tremenda. Me pregunta qué quiero y sin que me de tiempo a decirle nada, o probablemente porque le dije no sé... me arrodilló frente a ella y no me dio tiempo a nada, se extrajo su miembro flácido por el lateral y directo a mi boca. "Venga chupa" y vaya si chupé. Aquello creció enseguida hasta alcanzar un tamaño y dureza extraordinario.
Fernanda no se cortó y empezó a follarme la boca como una loca. Como me daban arcadas me pinzaba la nariz para que abriera más la boca. Con su pene totalmente erecto me agarraba la cabeza y seguía follando. Rápidamente se quitó el corsé y apenas tuve tiempo de acariciarla (una espalda suave de verdad) y chuparle los pechos (sencillamente preciosos), me tiró a la cama y se me puso encima. Comprendí que tenía prisa por terminar.... pero estaba equivocado.
Sin preguntarme nada se puso un condón, me echó lubricante y trato de penetrame. Digo trató porque aquelló no entraba. Pero estaba muy decidida y yo sinceramente acojonado,. Estuve a punto de decir basta, pero sinceramente su actitud totalmente dominante no me animó a contradecirla. Poco a poco fue penetrándome, yo echado en la cama y ella enfrente de mi. Me miraba a la cara y parece que disfrutaba con mis gestos de dolor. Como es más grande que yo, poco podía hacer y me controlaba a su placer. Me pegó un empellón y me penetró completo con un dolor tremendo. Pero no me dejó, de hecho me retiró las manos con las que yo instintibamente empujaba su cadera hacia atrás para que no me penetrara. Y siguió dándome sin piedad, hasta que llegó un momento en que el dolor desapareció y comencé a disfrutar.
Ahí fue cuando sonrió y me dijo que disfrutara como la zorrita que era. Siguió dándome bastante tiempo hasta que me dijo que me masturbara y me corrí. El tiempo transcurrido era correcto. NO miré el reloj, pero la sensación que tuve al principio de que quería ir rápido para acabar no fue así. Fernanda simplemente fue a saco.
Se retiró de mi y me dijo si me quería lavar. Me acompañó delante de mi totalmente desnuda solo con las botas negras hasta el baño. Me lavé tranquilamente y cuando tapado con la toallita regresé a la habitación para vestirme, me quitó la toalla de un golpe, se puso detrás y me besuqueó el cuello. Inmediatamente tenía mi polla dentro de su boca y cuando me la puso dura, me tiró a la cama y me dijo que ahora le tocaba a ella. Me puso un condón y se sentó encima de mi pene. Empezó a pegar botes como una loca, y yo que aguanto bastante la segunda corrida, se tradujo en otra buena sesión. La chica estaba cachonda de verdad, porque me pidió que le chupara el ano. Yo lo intenté pero no era el momento, tal vez al principio hubiera estado mejor. No le importó mucho, porque sabía perfectamente lo que quería. Me puso a cuatro patas sobre la cama y me volvió a penetrar con más fuerza que antes. Me folló como si llevara tiempo sin hacerlo con nadie y se corrió como una salvaje, echándose sobre mi y los dos sobre la cama, aguantando sus estertores y sintiendo como se aflojaba su erección.
Vuelta al aseo, vuelta a la habitación para vestirme, y ahí sí que fue supercariñosa, supertímida incluso, como una niña mala y traviesa, allí apoyada en el tocador, totalmente desnuda mientras yo me vestía. La acaricié de nuevo, sobre todo su espalda que me encantó y también su culo duro, prieto, precioso. Me vestí y me fui alu-ci-nan-do con esta chica. Desde luego estuve más de una hora...
Amigos murcianos, yo no lo desaprovecharía....
Added on June 01, 2017 at 12:00 am